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LA CHAPUZA DE SELECTIVIDAD EN EL PAÍS VASCO 2018


La EAU (Evaluación para el Acceso de la Universidad) en el País Vasco tuvo lugar el 6, 7 y 8 de junio. Una vez más se demostró la incompetencia de los responsables que se encargan de la realización de dichas pruebas. Estos fueron los 5 problemas primordiales que han surgido con los exámenes de este año (por si fueran pocos).

Las pruebas comenzaron con el examen de Lengua Vasca y Literatura en el que el nivel exigido fue mayor que en años pasados debido al texto que los estudiantes debían comprender para, a continuación, resolver preguntas sobre el mismo, resumirlo y sacar las ideas principales. El texto de Bernardo Atxaga fue bastante más complicado que el de otros años debido a las metáforas utilizadas por el autor y al léxico empleado. Cabe recordar que este examen lo realizan alumnos de modelo A, que solo cursan en euskera la propia asignatura y ninguna otra más. Pero eso no preocupa a la organización, ya que, en esta asignatura, normalmente, es en la que mejores resultados se obtienen de todo Euskadi.


El examen de Química fue uno de los mejores ejemplos que demuestran la chapuza de organización. Antes de nada, hay que recordar que en el año 2011 el examen de selectividad tuvo cuestiones muy complicadas, a las que los estudiantes respondieron organizando manifestaciones y quejas que provocaron la disolución del tribunal convocándose al año siguiente con nuevos miembros. Estos miembros que por dicho escándalo se marcharon se han ido integrando durante estos años otra vez en el tribunal y con ellos, el nivel de los exámenes ha ido aumentando. Pero este año ha sido el colmo, debido al ejercicio P2 apartado C de la opción B, que podéis ver a continuación.

En el documento entregado por los coordinadores de la prueba a los profesores que imparten la asignatura de Química en el País Vasco se les dieron una serie de "aspectos a tener en cuenta”, que básicamente concretan los temas que pueden entrar en el examen. Explícitamente, como podéis ver en el punto 2 de estos “aspectos” en la siguiente imagen, pone que en los ejercicios de "equilibrios heterogéneos y solubilidad no se incluirán referencias a pH".



Cuando en el ejercicio anteriormente mencionado, relacionan un equilibrio heterogéneo con el cálculo del pH y de la concentración de iones OH-, preguntan lo que ellos mismos dicen que no van a preguntar. Si hubiera aparecido este ejercicio y en los criterios no hubiera aparecido explícitamente dicho punto, los organizadores hubieran respondido con la siguiente célebre oración “se atiende al contenido curricular de la asignatura en bachiller”, pero como la contradicción es obvia prefieren no decir nada al respecto.

Esto demuestra dos cosas; que los que realizan dichos exámenes son arrogantes hacia los propios criterios que ellos crean o que ni siquiera conocen los criterios que deben tener en cuenta. Sinceramente ninguna de las dos opciones sorprendería a nadie visto lo ocurrido en todos estos años.


La catástrofe del examen de Matemáticas Aplicadas a las Ciencias Sociales II se volvió a repetir un año más. El examen es a las 5 y cuarto de la tarde, tras estar prácticamente el día completo haciendo exámenes de otras asignaturas, y que los alumnos acaban a las 7 menos cuarto para nada más acabar, llegar a casa y repasar para los siguientes exámenes. Tras la auténtica catástrofe que fue en el año 2016 y la respuesta que tuvo por parte de docentes como de todos los alumnos en una campaña de recogida de firmas que recolectó 13.927 firmas y la organización de varias manifestaciones, la universidad se digno a decir la ya citada oración “se atiende al contenido curricular de la asignatura en bachiller” y así es como resolvieron todos sus problemas. 
El examen de 2017 fue accesible para los alumnos, se percibía la cobardía por parte de los organizadores pero en el de este año se volvió a repetir lo mismo, un examen al que los alumnos no iban preparados debido a que los ejercicios expuestos no entraban en el temario y los que sí, eran de elevada dificultad. Los alumnos han realizado otra campaña de recogida de firmas reuniendo más de 12.000 firmas a las que la universidad rápidamente ha contestado para evitar más dolores de cabeza, y llegado a este punto, creo que es bastante previsible su respuesta, efectivamente “se atiende al contenido curricular de la asignatura en bachiller”, una respuesta que suena como un dictamen ante el clamor. Una auténtica vergüenza.


Al siguiente día tuvo lugar el examen de Lengua Castellana y Literatura. Tras años de quejas por la extensión del examen, el cual no daba tiempo a hacer en hora y media, por fin el tribunal se digno a reformar la prueba "adaptándola" al tiempo establecido. Se les dio a los profesores un único modelo de examen sobre el que trabajar durante el curso, en el que las preguntas respecto al conocimiento de la lengua y especialmente, respecto a la literatura eran una auténtica sorpresa, nadie sabía exactamente cuales eran las cuestiones que podían aparecer en el examen, “estaba todo en el aire”. Cabe destacar que aún así el tiempo sigue siendo muy justo y que deberían concretar cuales pueden ser las preguntas y que aspectos de la obra hay que trabajar para que el próximo examen no sea “ir a la aventura”. También, hubo un fallo en este examen en el ejercicio 5 de la opción A el apartado D, en la que la oración no es una subordinada, lo cual limitó la opción a elegir a los estudiantes.



El examen de Biología es la máxima exposición del concepto “chapuza” y que manifiesta el desastre de organización, la falta de seriedad de los tribunales y pone en duda la revisión de errores de los exámenes. En el ejercicio 1 del apartado C de la opción A, pide definir una molécula antipática, parece de chiste y es conocido por todos que el corrector a veces juega malas pasadas pero, ¿nadie revisa los exámenes antes de imprimirlos? Obviamente visto todos los errores de este año y de anteriores, la respuesta es no. Demuestra que la realización del examen esta a cargo de dos personas que ponen el mínimo interés en el mismo y, por lo tanto, en el futuro de muchas personas.


En la opción B de este mismo examen, se pregunta la beta-oxidación de los ácidos grasos, en la que el esquema necesario para responder a las cuestiones apenas se veía por problemas de impresión en todo Euskadi. Durante el examen ofrecieron a los afectados nuevas copias pero, ¿no es mejor prevenir que curar?, ¿nadie se dio cuenta que al imprimir, el esquema no se iba a ver correctamente?



Tras años de “chapuzas”, los responsables de estas pruebas parecen negarse a aceptar sus errores y a responsabilizarse más ante los futuros exámenes que determinarán no sólo el grado que escojan los estudiantes, sino también, el resto de sus vidas. Ellos piden que los estudiantes sepan defenderse ante estos exámenes y plasmen todo lo aprendido en años, pero ellos no son el mejor ejemplo de superación y sensatez. La falta de responsabilidad y de seriedad continuará... ¿hasta cuándo?


Fuente algunas imagenes: twitter @profesorjano